May 22, 2015
Un Dios de Amor
El próximo domingo, celebraremos la Fiesta de la Santa Trinidad. La doctrina de la Santa Trinidad es un gran misterio de fe, es decir, es una realidad que es más allá de nuestra comprensión humana.
Es nuestra profesión de fe que hay un Dios pero dentro de este Dios hay tres ‘personas’ – tres realidades individuales. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son distintos el uno del otro, pero, al mismo tiempo, están unidos en voluntad y esencia. Los irlandeses siempre usan el ejemplo del trébol que tiene tres hojas pero es una planta. O se puede pensar en su vista. Tenemos dos ojos distintos pero son unidos en visión. La esencia que une las tres realidades individuales en Dios es amor. Creemos que la esencia de Dios es el amor para que Dios exista en una relación perpetua del amor en la cual el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son uno en el amor que comparten dentro de sí mismos y uno en el amor que comparten a nuestro mundo.
Este último punto es muy importante. Creemos que Dios se hizo carne en la persona de Jesús. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito (único), para que todo aquél que cree en Él, no se pierda, sino que tenga vida eterna.” No creemos en un Dios que es indiferente a nosotros y a nuestro mundo. Creemos en un Dios que tiene un amor activo y una preocupación para nosotros y para nuestro mundo. Dios, por lo tanto, se hizo carne en Jesús para que a través de Jesús tengamos la esperanza que un día compartiríamos en la plenitud de la vida de Dios. Y cuando Jesús volvió a su Padre después de su resurrección, Dios nos dio el don del Espíritu Santo para que siempre tuviéramos acceso a la sabiduría, la gracia y la fuerza que necesitamos para perseverar en el camino que nos conduce a la vida eterna que Jesús nos ganó. La doctrina de la Santa Trinidad, por lo tanto, no es simplemente una doctrina académica que no tiene ninguna importancia práctica para nosotros, pero en cambio es la revelación de la verdad que Dios nuestro es un Dios de amor y este amor que es Dios es la fuente de nuestra salvación.
En la Fiesta de la Santa Trinidad, oremos a Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo que juntos ellos nos ayudarán a alcanzar la salvación que su amor ha ganado para nosotros.