“A quienes [Dios] predestina, los llama; a quienes llama, los justifica; y a quienes justifica, los glorifica.” ¿Es lo que San Pablo proclama verdadero para cada uno de nosotros?
Predestinación. ¿Hay algunas personas que Dios ha determinado serán salvado y otras personas que no serán salvado? La instrucción de los evangelios es clara. Dios desea la salvación de todo el pueblo de Dios. Como cristianos, creemos que en bautismo fuimos predestinados para ser herederos de la gloria del hijo único de Dios, Jesús. Dios nos llamó a ser hermanos y hermanas de Jesús, discípulos de Cristo. A través de nuestra fidelidad a la llamada que recibimos de Dios, somos justificados por Dios – vivimos en una relación correcta con Dios y en una relación correcta con todos nuestros hermanos y hermanas en Dios. Como vivimos en una relación correcta con Dios y con todos nuestros hermanos y hermanas en Dios, vivimos en la esperanza que la muerte cederá a la vida eterna para nosotros. Compartiremos en la gloria de Dios. Esta es nuestra esperanza cristiana. Esta es la esperanza que nos define como cristianos.
El desafío para nosotros como cristianos es que tenemos que vivir cada día en una manera que refleja la verdad que Dios nos ha predestinado a ser herederos de Jesucristo y nos ha llamado a ser discípulos de Jesucristo. Otras personas deberían ver en nuestras vidas un reflejo de la vida de Jesucristo. Cuando otras personas ven en nuestras vidas un reflejo de la vida de Jesucristo, entonces sabemos que Dios nos justifica. Dios nos da la gracia que necesitamos para vivir en una relación correcta con Dios y en una relación correcta con nuestros hermanos y hermanas en Dios y cooperamos con esta gracia. Estamos tratando de ser fiel a nuestra relación con Dios y fiel a lo que Dios requiere de nosotros en nuestra relación con nuestros hermanos y hermanas en Dios. A través de oración, confesión y reflexión sobre las escrituras, deberíamos crecer en nuestra fidelidad a lo que Dios requiere de nosotros en nuestra relación con Dios y con otras personas para que tengamos la esperanza segura que un día disfrutaremos la plenitud de vida para siempre in Cristo; disfrutaremos una parte en su gloria eterna.
¡Ore hoy para ser fiel a lo que Dios ha predestinado para usted!