February 21, 2017
Somos la Morada de Dios
En su carta a los corintios, San Pablo nos ofrece dos desafíos fuertes como discípulos de Cristo. Debemos reflexionar sobre el significado de estos desafíos para cada uno de nosotros.
“[Ustedes]…son el templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes.” En nuestro bautismo, cada uno of nosotros recibió el don del Espíritu de Dios y cada uno de nosotros ahora participa en la vida del Cristo Resucitado. ¡Increíble! En cristianismo, ha habido una tendencia a denigrar el cuerpo y pensar que es la fuente de tentación y pecado. De hecho, nuestros cuerpos son un don precioso de Dios, hicieron en la imagen de Dios, y son la morada de Dios. Para honrar nuestros cuerpos somos moderados en nuestro consumo de alcohol. Tratamos de mantener un peso saludable. Ejercitamos regularmente. Usamos el don de nuestra sexualidad humana en una manera que es apropiada a nuestro estatus (soltero/a, casado/a, religioso/a). En todas de estas maneras, honramos el cuerpo, la morada de Dios. Y revelamos al mundo que Dios habita en nosotros por la manera de nuestras vidas. Con esto, enfrentamos el segundo desafío de San Pablo.
San Pablo nos dice que no debemos buscar la sabiduría de este mundo. ¡Sin embargo, muchos de nosotros lo hacen! Formamos nuestras vidas según los valores culturales dominantes. Formamos nuestras vidas según las opiniones de comentaristas en el internet, el radio y la televisión. Como personas en quien Dios habita, debemos tratar de formar nuestras vidas según los valores del Evangelio y la enseñanza de nuestra iglesia. No es fácil porque los valores del Evangelio representan un desafío fuerte a los valores culturales dominantes y la opinión popular – ofrezca la bienvenida a las personas que buscan refugio, responde generosamente a las necesidades de los pobres, reconozca que todas las personas en este mundo son nuestros hermanos y hermanas para que tengamos una responsabilidad para el bienestar de todas, ponga las necesidades de otras personas antes de sus deseos. ¿Reflejen nuestras vidas los valores del Evangelio o la sabiduría de este mundo?
¡Celebre la dignidad que es suya como una habita de Dios! ¡Revele al mundo la presencia de Dios dentro de usted por su compromiso con los valores del Evangelio!
Padre Marcos Hallinan, S.J