March 26, 2017
¿Somos la Luz del Mundo?
“En otro tiempo ustedes fueron tinieblas, pero ahora, unidos al Señor, son luz. Vivan, por lo tanto, como hijos de la luz. Los frutos de la luz son la bondad, la santidad y la verdad.” Esta exhortación de San Pablo es un desafió importante para nosotros en la Cuaresma.
Hay mucha oscuridad en nuestro país hoy. Algunos líderes nacionales regularmente siembran semillas de miedo con respecto a los inmigrantes, los refugiados y los musulmanes. Esto crea una sombra de miedo sobre los inmigrantes y los musulmanes que viven en este país y trae tinieblas a aquellos que quieren venir a este país para escapar condiciones horribles de guerra o violencia en sus países de origen. También, hay una nube de oscuridad que ensombrece a nuestros hermanos y hermanas judíos. Los incidentes antisemíticos recientes en nuestro país han entristecido y han asustado a los judíos y todas las personas de buena voluntad. Hay una necesidad desesperada para la luz de bienvenida, tolerancia, respeto y comprensión para disipar la oscuridad que ahora ensombrece nuestra nación.
A través de nuestro bautismo en Cristo, la vida de Cristo fluye dentro de nosotros. Cuando cultivamos la vida de Cristo dentro de nosotros por nuestros esfuerzos de formar nuestras vidas según su vida y el ejemplo entonces nuestras vidas reflejarán la bondad, la santidad, y la verdad de Cristo. Ser santo es estar en relación correcta con Dios y con todos nuestros hermanos y hermanas en Dios. Recuerde, todos somos hermanos y hermanas porque hay un solo Dios que nos ha creado en su propia semejanza e imagen. Cuando nuestras vidas reflejan la bondad, la verdad y la santidad de Jesucristo, entonces nuestras vidas brillan la luz de Cristo en nuestro mundo y disipan la oscuridad que ahora ensombrece nuestra nación. ¿Iluminamos nuestro mundo con nuestra insistencia que nuestro país da la bienvenida a los inmigrantes y refugiados que necesitan nuestra ayuda? ¿Iluminamos nuestro mundo por nuestro abrazo de nuestros hermanos y hermanas en Abraham, los musulmanes y los judíos? ¿Somos instrumentos de luz u oscuridad en nuestro mundo?
San Pablo declara que somos hijos de la luz. ¡Que nuestras vidas prueben la verdad de lo que San Pablo dice!
Padre Marcos Hallinan, S.J