February 20, 2015
¿Somos Administradores Responsables del gran Regalo de Creación?
En la historia de la gran inundación que es la primera escritura de hoy, tenemos un recordatorio de la alianza en la cual Dios promete que él nunca destruirá la creación otra vez. Tristemente, ahora es la familia humana que está destruyendo el gran regalo de Dios de la creación a través de nuestra pecaminosidad.
Cuando Dios le dio a la familia humana dominio sobre la creación, Dios esperó que fuéramos administradores responsables del regalo con el cual Dios nos confió. Dios bendijo este mundo con una superabundancia de recursos que deberían ser más que suficientes para satisfacer las necesidades de todas las personas ahora y para todas las generaciones futuras. Es nuestra responsabilidad como administradores responsables que usamos los recursos de este mundo sabiamente para que todas las personas –ahora y en el futuro - puedan beneficiarse justamente de la munificencia con la cual Dios ha bendito este mundo. Tristemente, no hemos demostrado gran sabiduría en nuestra administración de los recursos de este mundo. La ciencia ha determinado que el cambio climático global está teniendo un impacto negativo en nuestro planeta y que la actividad humana contribuye directamente a los cambios climáticos que estamos experimentados ahora. Por lo tanto, tenemos la responsabilidad de cambiar nuestro comportamiento para que disminuyamos el impacto que el comportamiento humano tiene en el ambiente global. Con respecto al cambio climático, Papa Francisco ha escrito que “existe, por tanto, un claro, definitivo e impostergable imperativo ético de actuar.”
En la Cuaresma, tenemos la responsabilidad de reflexionar sobre nuestra pecaminosidad. Nuestro abuso del regalo de creación es un pecado. ¿Cómo hemos contribuido a este pecado?” ¿Reciclamos regularmente? ¿Reducimos la cantidad de las bolsas desechables que usamos? ¿Conservemos el agua? ¿Aceptamos la necesidad de reducir nuestra dependencia en los combustibles fósiles – aceite, carbón y gas? ¿Apoyamos las esfuerzas internacionales de ofrecer ayuda a los países pobres que ahora sufren del impacto de cambio climático global o que necesitan ayuda para reducir su contribución al cambio climático?
Es verdad. El abuso de creación es un pecado. ¿Cómo he participado en este pecado?
Padre Marcos Hallinan, S.J.