March 27, 2015
Comenzamos hoy la semana que llamamos
santa. Todos nosotros tenemos una obligación especial esta semana para reflexionar sobre los eventos que nos ganó nuestra salvación.
El Domingo de Ramos – Este día debería recodarnos que podemos ser como la muchedumbre en Jerusalén en la época de Jesús. Al principio de la semana, ellos le dieron a Jesús una bienvenida triunfante cuando él entró la ciudad de Jerusalén. Le saludaron con gritos de “¡Hosanna! ¡Bendito es él que viene en el nombre del Señor!” Al final de la semana, muchas de estas mismas personas exigirían su sangre. “¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!” Cuando nuestras vidas son fáciles y no tenemos muchos problemas, podemos cantar fácilmente las alabanzas de Jesús aun si nuestra fe en él no es profunda. Pero cuando nuestras vidas son difíciles, o cuando enfrentamos hostilidad debido a nuestra fidelidad a Cristo y su evangelio, de repente rechazamos a Jesús y su camino porque lo que él exige de nosotros es más de lo que estamos dispuestos a dar.
Jueves Santo – El corazón de esta celebración es la Última Cena de Jesús en la cual Jesús tomó el pan y el vino y los transformó en su propio cuerpo y sangre a través del poder del Espíritu Santo. Tenemos que prestar atención también a su ejemplo de servicio radical que Jesús ofreció en este Cena cuando Jesús lavó los pies de sus discípulos. Jesús nos alimenta con su propio cuerpo y sangre para que podamos dar de nosotros mismos generosamente y desinteresadamente en servicio a todos como Jesús hizo. ¿Cómo generosamente he servido a otras personas?
Viernes Santo – Dios, en la persona de Jesús, sufrió y murió por nosotros. ¡Que una increíble proclamación de fe! El amor de Dios para nosotros es tan grande que Dios murió por nosotros para que Dios pudiera destruir el poder de pecado y muerte y abrir para nosotros el camino a salvación. Pase tiempo antes du un crucifijo este Viernes Santo y ore por la gracia de apreciar la profundidad del amor que Dios tiene para ti como eres y el deseo enorme de Dios que un día vivas con Dios para siempre.
Esta semana se hace
santa si prestas atención a lo que celebramos y creemos.