“Éste es su mandamiento: debemos creer en la persona que es Jesucristo, su Hijo, y amarnos uno a otros, tal como él nos mandó.” ¿Cuál es el significa de esto nosotros como cristianos?
“…Creer en la persona que es Jesucristo…” ¿Ha realizado usted este mandamiento como cristiano y asiste a Misa regularmente? ¡No! Creer en la persona que es Jesús significa que reconocemos que Jesucristo es la encarnación de Dios para poder formar quien somos y como vivimos según el ejemplo y la enseñanza de su vida. Queremos hacer esto porque sabemos que en hacerlo haremos como él – compartimos en la vida divina ahora en la esperanza que un día compartiremos en la plenitud de esa vida para siempre. A conformar nuestras vidas a la vida de Jesucristo es una lucha diaria para nosotros. Cada día tenemos que renovar nuestro deseo de vivir en fidelidad a su vida y a su enseñanza en todos los aspectos de nuestras vidas. En esta manera, podemos decir verdaderamente que creemos en la persona de Jesucristo – creemos que él es el camino a la vida eterna.
“…Nos amemos los unos a los otros, conforme al precepto que nos dio.” La obediencia a este mandamiento es quizás el desafío más difícil en nuestros esfuerzos de conformar nuestras vidas al ejemplo y la enseñanza de Jesucristo. Por ejemplo, Jesús nos dijo: “Ame sus enemigos.” Esto no es una sugerencia. ¡Esto es un mandamiento! ¿Hay personas en mi vida que odio? ¿Hay personas que creo que no son dignos de mi amor, mi preocupación, o mi cuidado? Si es así, entonces no amo como Jesús mandó que amemos. ¿Juzgo a otras personas debido a su raza o su religión, o estatus inmigratorio, o su clase social? ¿Trato a todas las personas con respeto y amabilidad? ¿Tenemos un interés activo por los pobres y los necesitados? ¿Soy una persona que ofrece perdón y anima reconciliación? Cada día tenemos que crecer en nuestra capacidad de amar como Jesús amó – compasivamente, misericordiosamente, generosamente.
¡Que el mundo vea por nuestras palabras y acciones que realmente creamos en el nombre de Jesucristo y que nos amemos los unos a los otros como Jesús nos ha amado!