January 29, 2017
Los Débiles Son Poderosos
“…Dios ha elegido a los ignorantes de este mundo, para humillar a los sabios; a los débiles del mundo, para avergonzar a los fuertes; a los insignificantes y despreciados del mundo, es decir, a los que no valen nada, para reducir a la nada a los que valen; de manera que nadie pueda presumir delante de Dios.”
Es extraño que como cristianos tenemos que recordar constantemente que Dios puede hacer cosas extraordinarias a través de personas simples de fe; personas que no tienen ninguna importancia en este mundo. Nuestra fe es nuestra debido a una campesina adolescente de Palestina, María, que abrió su corazón a Dios y a través de su apertura a Dios, se hizo la Madre del Hijo de Dios, Jesús. En esto, María literalmente cambió el curso de historia humana. Tristemente, exaltamos a María tanto en nuestra iglesia hoy que no recordamos que ella era nadie en su sociedad. Ella no tiene ningún significado en la cultura de su día, pero porque ella era una mujer joven de fe, Dios puede hacer grandes cosas en, y a través de, ella. Dios usa los débiles y los humildes para humillar a los arrogantes y a los poderosos.
¿Quién era Rosa Parks? Ella era una afroamericana, una costurera, que un día decidió que ella no va a cooperar con las leyes de segregación que había gobernado los estados en el sur de este país durante casi 100 años. En su acto sencillo de resistencia, ella ayudó a impulsar un movimiento que puso fin a la segregación legal en el sur y obligó a ese país a afrontar racismo individual e institucional. ¿Quién era Mahatma Gandhi? Él era un hombre sencillo de fe, un hindú, que desafió las injusticias dentro de su país de India cuando esa nación era gobernada por los británicos. A través de resistencia sin violencia y ascetismo personal, Gandhi ayudó a liberar su país del dominio británico. En todo el mundo, podemos identificar mujeres y hombres ordinarios de fe, personas que no tienen ningún significado en su sociedad y en el mundo, cuya fidelidad al camino de Dios ayuda a transformar su sociedad y nuestro mundo.
¡Recuerda, cuando tú abres tu corazón a Dios, Dios puede transformar nuestro mundo a través de ti!
Padre Marcos Hallinan, S.J.