October 19, 2015
La Sabiduría que Debe Guiar Nuestras Vidas
“Supliqué y se me concedió la prudencia; invoqué y vino sobre mí el espíritu de sabiduría.” Y el autor de estas palabras dice que prefirió esta sabiduría por encima de todas otras cosas. ¿Qué es esta sabiduría que el autor buscó y que también debemos buscar y desear más que todas otras cosas?
La sabiduría que el autor buscó, por supuesto, es la sabiduría de Dios que viene a nosotros en la oración, en las escrituras y en la enseñanza de nuestra iglesia.
La oración. En nuestras vidas muy ocupadas, la oración frecuentemente es la primera cosa que desechamos para tener más tiempo para hacer otras cosas. Tristemente, es precisamente la oración que necesitamos para hacer otras cosas bien. Es sólo a través de un hábito regular de oración que desarrollamos nuestra familiaridad con Dios y entendemos como Dios está activa en nosotros y en nuestro mundo. Sin un hábito regular de oración, podemos pensar que Dios no está presente con nosotros o Dios no tiene ningún interés en nosotros. Como resultado, creemos que tenemos que depender únicamente en nuestra propia sabiduría para guiar nuestras vidas pero descubrimos muy pronto que nuestra sabiduría limitada no puede darnos la felicidad y la satisfacción autentica que deseamos. Necesitamos oración para abrir nuestros corazones a la sabiduría de Dios.
Las Escrituras. Como cristianos, comenzamos con los evangelios que revelan a nosotros el Dios que se hizo carne en Jesús. En las escrituras, encontramos el tipo de la persona que Jesús era, los valores que formaron su vida y su enseñanza, y vemos cómo su fidelidad a su Padre le llenó con esperanza y confianza. A través de reflexión regularmente sobre los evangelios, podemos realizar una compresión más profunda de quien Jesús es y lo que Jesús desea de nosotros como sus hermanos y hermanas.
La enseñanza de nuestra iglesia. Cuando tenemos que hacer una elección en cuanto a cómo actuar en este mundo, tenemos una obligación grave de averiguar lo que la iglesia ha ensenado en este asunto. Tenemos que reflexionar sobre la enseñanza de iglesia antes de tomar cualquier acción Y si nuestra decisión es contraria a la enseñanza de la iglesia, tenemos que tener razones graves que reflejan una consciencia informada.
La sabiduría de Dios es muy accesible a nosotros. El desafío para nosotros es abrirnos a esa sabiduría para que podamos conformar nuestras vidas a lo que la sabiduría de Dios nos enseña.
Padre Marcos Hallinan, S.J.