July 22, 2018
“
Estaban Como Ovejas Sin Pastor
”
(Marcos 6:30)
La imagen del pastor y las ovejas es muy común en la Biblia y en toda la literatura cristiana. Generalmente la asociamos con Jesús, el buen pastor que da la vida por sus ovejas. Aunque vivimos en una sociedad industrial y globalizada y conocemos de alguna manera los conceptos del pastor y sus ovejas, esas imágenes no nos dicen la totalidad del mensaje y la fuerza que tenían en el tiempo de Jesús cuando se vivía en una sociedad agrícola.
Las lecturas del día de hoy nos revelan y confirman el deseo de Dios de pastorearnos; es decir, cuidarnos, protegernos y consolarnos como el pastor solía hacerlo con sus ovejas. En la primera lectura, Dios promete enviarles pastores a su pueblo, especialmente un pastor de la descendencia de David que los guiaría sabiamente y por los caminos de la justicia. En el Evangelio, Jesús, Hijo de David, se muestra lleno de compasión cuando mira a la gente como “un
rebaño que no tiene pastor.”
Teniendo estos dos pasajes por delante podemos cantar con el salmista: “
El Señor es mi pastor, nada me puede faltar.” El profeta Jeremías contrasta los malos pastores o líderes con los que el Señor está dispuesto a proveerles. Hablando en el nombre del Señor le asegura al pueblo de Israel que nadie quedará al margen de sus cuidados.
Hoy más que nunca necesitamos esos líderes que nos unan y no nos dividan; que nos hagan sentir acogidos que nos sostengan cuando estamos débiles. San Pablo también reconoció estos atributos en los líderes de sus comunidades recordándoles que Cristo “
rompió los muros
que causa la enemistad.” Efesios 2:14).
Si en el Evangelio de la semana pasada Jesús enviaba a sus discípulos de dos en dos, hoy día escuchamos el relato de su misión. Con seguridad lo hicieron tan bien que hoy se acercan a Jesús una multitud. Jesús sigue enseñando a sus discípulos a quienes les llama a la responsabilidad con sus seguidores. Otra vez más que falta nos hacen estos creyentes que no solo predican y desaparecen sino que se las juegan por su gente y están dispuestos a servirles. A estos pastores el Papa Francisco los quiere con olor a oveja. Pastores no lejanos a sus problemas sino involucrados en el diario quehacer. Pidamos que el Papa Francisco nos siga liderando para que nadie se pierda y lleguemos a ser un solo rebaño bajo un solo pastor.
Padre Hernán, S.J.