June 5, 2016
El Tiempo Ordinario Puede Ser Extraordinario
Estamos en el tiempo ordinario en el año litúrgico. ¿Cómo puede lo que es ordinario se hace extraordinario?
Pensamos que lo que es ordinario es aburrido, rutinario, monótono, algo del cual tenemos que escapar. Pero, el tiempo ordinario es nuestra realidad. Es la realidad de cónyuges como forjan un vínculo del amor que perdurará para todos sus vidas. Es la realidad de los padres que tratan de criar sus hijos para que tengan los valores que necesitan para tomar decisiones buenas en sus vidas. Es la realidad de los trabajadores que hacen su trabajo con honestidad, integridad y fidelidad aun cuando no reciben un sueldo justo o las condiciones de sitio de trabajo son malas. Es la realidad de las personas mayores que son solas pero ellos encuentran significado en sus vidas a través de oración, servicio a las otras personas, y a través de la gracia y ecuanimidad con la cual ellos aceptaron su situación. El tiempo ordinario no es ni encantador, ni emocionante. Pero es la realidad en la cual estamos llamados a vivir nuestra fe.
Cuando vivimos la fe que es nuestra, el ordinario puede hacerse extraordinario. Cuando los cónyuges perseveran en amor a través de los tiempos difíciles que son una parte de cada matrimonio y su vínculo de afección y amor crece más y más fuerte, su compromiso es verdaderamente extraordinario en una cultura en la cual el divorcio es común y no tiene ningún estigma. Cuando los padres hacen sacrificios por sus hijos y los proporcionan con el amor, la estructura, y la disciplina que requieren, sus esfuerzos son extraordinarios en una cultura en la cual muchos padres abdican su responsabilidad de proporcionar modelos de adultez madura. Cuando los trabajadores hacen su trabajo con integridad, dedicación y honestidad a pesar de cómo sus jefes los tratan, sus esfuerzos son verdaderamente extraordinarios en una cultura en la cual muchas compañías tratan a sus trabajadores como si no fueran personas. Las personas mayores que perseveran con fortitud y determinación ofrecen el testigo extraordinario del valor de todas las vidas humanas aun cuando esa vida es frágil y vulnerable. Como elegimos vivir puede cambiar el ordinario en algo extraordinario.
¡Qué elijamos convertir el ordinario en algo extraordinario por la manera de nuestras vidas!
Padre Marcos Hallinan, S.J.