April 1, 2018
¡CRISTO HA RESUCITADO, ALELUYA!
PASCUA 2018
Cristo ha resucitado, aleluya. Qué alegría despertarnos en este domingo en que como Iglesia celebramos la Solemnidad de Pascua. Qué lindo cantar con el salmista que “este es el día que actuó el Señor sea nuestra alegría y nuestro gozo”. Qué dicha saber que “hemos resucitado con Cristo”. Hoy es un nuevo día para empezar de nuevo. La oscuridad, el dolor y el sufrimiento ya no tienen cabida en la vida de Jesús ni en nuestras vidas. La Pascua es el tiempo de la luz, alegría y paz que son los dones de Cristo Resucitado. Por eso nos dice el Papa Francisco: “No permitamos que el amor de Dios en nuestra vida se refleje solo en pequeños destellos de luz. ¡Dejémonos inundar por la luz de su amor!! Eso cuesta, pero tenemos el consuelo de Dios que nos anima y nos invita a acoger la ternura ´de Jesús Resucitado´ cuando más nos cuesta. Pues cuando está más oscuro la luz se percibe con mayor claridad”.
La Pascua es la fiesta grande de los creyentes pues como dice el Libro de los Hechos de los Apóstoles “Dios lo resucitó al tercer día”. Este hecho nuevo y sin precedentes en la vida de los apóstoles y de los testigos elegidos de antemano, hace que nuestras vidas estén llamadas a ser mensajeras de su amor que es capaz de vencer a la muerte. Por eso al renovar nuestra promesas bautismales comprometámonos a morir al pecado que nos ata a la muerte y a decir si a la vida nueva que nace de nuestra fe en el Resucitado. Hoy más que nunca “busquemos las cosas de arriba” en la solidaridad y en la justicia con los empobrecidos de hoy así como lo hacemos en cada Eucaristía en la que renovamos nuestra fe en Aquel que Vive.
La narración de la tumba vacía del Evangelio de Juan no quiere ser más que un recordatorio de tres posibles actitudes frente a la Resurrección. María Magdalena estaba temerosa y turbada creyendo que ladrones robaron el cuerpo. Pedro es el que primero entra en la tumba y aunque lo observa todo se queda confundido. Es Juan, el discípulo amado, aquel que “vió y creyó”. En los versos siguientes, Jesús también se aparecerá fuera de la tumba a la acongojada María Magdalena y ella también creerá. Luego Pedro tendrá también su oportunidad de compartir con Jesús Resucitado y recibirá el encargo de apacentar a las ovejas.
Pidamos a Cristo Resucitado que nos abra el entendimiento para que podamos entender como dicen los Evangelios que “Jesús debía resucitar de entre los muertos”. Que con la Virgen María y los Apóstoles podamos gozarnos intensamente de tanta alegría y gozo de Cristo Resucitado.
FELICES PASCUAS DE RESURRECCIÓN - HAPPY EASTER Padre Hernán, S.J.