September 11, 2015
Cristianos Condenados
La segunda lectura de hoy de la carta del apóstol Santiago es muy importante en la historia de cristianismo. En la Reforma Protestante, la época en la cual la iglesia cristina en el oeste fue divida en varias denominaciones, uno de los temas centrales fue precisamente lo que Santiago discute en su carta de hoy.
Martin Lutero era un sacerdote católico en Alemania en el 16to siglo (1500s). Había esencialmente solamente dos iglesias en este tiempo – la iglesia cristiana en el oeste bajo el liderazgo del obispo de Roma y la iglesia cristiana en el este. Tristemente en la época de Martin Lutero, la iglesia cristiana en el oeste era muy corrupta con muchos problemas. Lutero desafió la corrupción en la iglesia y por último su desafió terminó la unidad de la iglesia cristiana en el oeste. Una de las preocupaciones principales de Lutero era que la iglesia no enfatizó suficientemente la centralidad de fe en Jesucristo. Una persona sólo podría ser salvada a través de su fe en Jesucristo. No obras, no letanías a Dios o los santos, no ofrecimientos sacrifícales a la iglesia podrían salvarle. Sólo una fe viva en Jesucristo podría salvarle. Lutero tan enfatizó la importancia de fe en Jesucristo que las personas podrían olvidar que tuvieron que hacer su fe real en la manera de sus vidas cotidianas.
Este el tema que Santiago enfatiza en su carta de hoy. “Si [la fe] no se traduce en obras, está completamente muerta.” No puede decir que tiene fe en Jesucristo si esta fe no es evidente en la manera de su vida. Cada día tenemos que renovar nuestra fe en Jesucristo por una renovación de nuestro compromiso a conformar nuestras vidas a su vida. Cuando nuestras vidas son una a más fiel reflejo de su vida, podemos decir que tenemos una fe autentica en Jesucristo. Pero si nuestras vidas – nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestras acciones – no conforman a lo que Jesús ensenó en sus palabras y en su vida, entonces nuestra fe está muerta. Nuestra proclamación de fe en Jesucristo es falsa y no puede salvarnos. Hay una pregunta famosa que todos nosotros tenemos que considerar: “¿Si fuera detenido por ser un cristiano, habría pruebas suficientes para condenarlo?”
Que todos nosotros creemos cada día un montón de prueba de nuestra fe en Jesucristo.
Padre Marcos Hallinan, S.J