November 4, 2016
¿Afirmamos o Traicionamos la Gloria que Puede Ser la Nuestra?
“Así glorificarán a nuestro Señor Jesús y él los glorificará a ustedes, en la medida en que actué en ustedes la gracia de nuestro Dios y de Jesucristo, el Señor.” ¡Lo notable es la dignidad a la cual cada uno de nosotros está llamado! ¿Vivimos en una manera que refleja la dignidad que es nuestra como cristianos?
En bautismo, cada uno de nosotros entra en la vida del Cristo Resucitado. Participamos en la vida del Cristo Resucitado aquí y ahora debido a nuestro bautismo en Cristo. El desafío diario para cada uno de nosotros es que tenemos que fortalecer nuestra participación en la vida de Cristo Resucitado precisamente para que la gloria de Cristo more en nosotros y esa gloria sea reflejado al mundo. Sólo podemos fortalecer nuestra participación en la vida de Jesucristo a través de una vida activa de oración, a través de una participación pensativa en los sacramentos, y a través de nuestro esfuerzo consciente de reflejar en nuestras vidas los valores de Jesucristo – su compasión, su misericordia, la bienvenida que les dio a todas las personas, su preocupación para los pobres, las personas sin poder, los debilidades, y los extranjeros, su dedicación completa a Dios, nuestro Padre, y su deseo de ofrecerse en servicio humilde a todas las personas. Cuando esos valores de Jesucristo se hacen poderosamente presente en nuestras vidas diario entonces la gloria de Jesucristo brilla intensamente dentro nosotros e ilumine el mundo en el que vivimos. ¡Jesucristo está glorificado en nosotros!
Desafortunadamente, en la campaña política actual hemos visto y oído compartimiento vulgar que debe avergonzarnos. La vulgaridad, la degradación de las mujeres, la denigración de los inmigrantes, el prejuicio contra los musulmanes, y el resurgimiento de retórica racista debe servir como recordatorio para nosotros que la dignidad que puede ser nuestra es fácilmente perdida cuando sucumbimos a los instintos más viles de nuestra naturaleza humana. No podemos dar gloria a Cristo dentro nosotros si lo que decimos y lo que hacemos traicionan los valores a los cuales Jesús dio testimonio en su vida. ¿Podemos decir que cuando otras personas encuentran nosotros, ellos encuentran el Cristo revelado a nosotros en los evangelios?
¡Que todos nosotros cumplimos la dignidad a la cual hemos sido llamados por Dios en Cristo Jesús!
Padre Marcos Hallinan, S.J.