August 5, 2016
“La fe es la forma de poseer, ya desde ahora, lo que se espera y de conocer las realidades que no se ven.” ¿Cómo entendemos esta definición famosa de fe que encontramos en la escritura de hoy de hebreos?
Abraham está ofrecido como la personificación de esta definición de fe. Abraham siempre confió en las promesas de Dios a él. Él no confió en Dios ciegamente. Su fe fue arraigada en su experiencia vivida de Dios. En su experiencia vivida de Dios, Abraham podía confiar en las promesas de Dios a él aun si Abraham no viviría para ver su realización. En esta manera, Abraham vivió su vida en una fidelidad rica a Dios y en la confianza que Dios no decepcionaría aquellos que pone su confianza en Dios. Una de las promesas más increíble de Dios a Abraham fue la promesa de un hijo de quien nació una descendencia numerosa como las estrellas del cielo. Aunque Abraham y su esposa, Sara, eran demasiado viejos para tener hijos, ellos recibieron el don de su hijo, Isaac, pero nunca vivieron para ver la realización de esta promesa. Hoy, Abraham los judíos, los cristianos y los musulmanes, reconocieron a Abraham como su padre en fe. Es verdad, Abraham tiene una descendencia numerosa como las estrellas.
Como personas de fe, hijos de Abraham, estamos llamados a vivir en esperanza y a tener una confianza firme en las promesas de Dios a nosotros. En la victoria de Jesucristo sobre el sufrimiento y la muerte, Dios nos ha prometido que la vida, la bondad y el amor prevalecerán sobre la muerte, el mal y el odio. En estos tiempos turbulentas e inciertos, si sucumbimos a nuestros temores entonces traicionamos nuestra fe. Como cristianos, testificamos a nuestra fe, nuestra esperanza en las promesas de Dios, por nuestra firme determinación de vivir vidas de amor, de bondad, de amabilidad, y un espíritu de bienvenida a todas las personas. Hacemos esto en nuestra firme confianza que el bien que hacemos, el amor que compartimos, y la bienvenida que ofrecemos contribuye a la victoria del reino de Dios en nuestro mundo. Si cada cristiano realmente viviera la esperanza que es nuestra, transformaría nuestro mundo.
¡Ore cada día a Abraham que a través de su intercesión Dios nos fortalezca en fe!
Padre Marcos Hallinan, S.J.