July 5, 2015
Instrumentos del Poder de Dios en Nuestro Mundo
“Te basta mi gracia, porque mi poder se manifiesta en la debilidad.” Estas palabras famosas de San Pablo nos ofrecen un desafío al cual tenemos que prestar atención especial.
Lo que San Pablo realizado en su trabajo misionero es verdaderamente impresionante. Literalmente, San Pablo construyó los cimientos sobre los que la iglesia cristiana fue construido como llevó el evangelio de Cristo de sus origines humildes en Palestina a todo el mundo griego y romano. Él hizo esto a pesar de la oposición fuerte y violenta que enfrentó, a pesar de los riesgos y peligros extraordinarios de sus viajes por tierra y mar, y pesar de su pecaminosidad. Cuando San Pablo reflexionó sobre lo que realizó, reconoció que todo lo que hizo fue hecho por el poder de Dios trabajando en él. San Pablo abrió su corazón completamente a Dios para que Dios pudiera usar a Pablo como el instrumento a través de quien Dios trajo el evangelio a todo el mundo griego y romano.
Cuando examinamos nuestras vidas, vemos que Dios llama a cada uno de nosotros para ser instrumentos a través de quien Dios hace presente en nuestro mundo el evangelio de Jesucristo. En esta manera, el reino de Dios está verdaderamente presente en nuestro mundo. Todos nosotros podemos ofrecer excusas en cuanto a por qué no podemos servir como instrumentos a través de quien el reino de Dios se hace presente en nuestro mundo por el testigo que ofrecemos a los valores de Jesucristo y su evangelio. Ofrecemos las excusas de edad, enfermedad, las preocupaciones que tenemos y otras prioridades que tenemos. Sin embargo, San Pablo nos recuerda que si abrimos nuestros corazones a la gracia de Dios, Dios puede trabajar en y a través de nosotros a pesar de nuestras circunstancies personales para que podamos encarnar el evangelio una vez más en nuestro mundo. Recuerde como las familias de aquellos que fueron asesinados en la iglesia en Charleston, South Carolina, respondieron cuando encontraron al asesino por la primera vez en el corte. Ellos le ofrecieron perdón y testificaron que no sucumbirían a la tentación de odiar. Si pudieran ser instrumentos del evangelio de Jesucristo en medio de su dolor profundo, ¿Cómo podemos decir que no podemos hacer lo mismo?
Que la gracia de Dios llene nuestros corazones para que el poder de Dios pueda trabajar en y a través de nosotros para la transformación de nuestro mundo.