November 28, 2015
¡Un Adviento Rico en Gracia y Bendiciones!
El Adviento ha comenzado. ¿Qué puede hacerse entre hoy y el día de Navidad para entrar en esta temporada y recibir las gracias y las bendiciones ricas que esta temporada nos ofrece?
Orar. ¡Esto debe ser el primer paso obvio! Si tiene un hábito de oración, entonces utilice una parte de su oración para centrarse específicamente en Adviento. Si ora en la mañana o medio día, reflexiona en las primeras minutos de su oración sobre como Jesús le vino a usted en las personas y los eventos del día anterior. Si ora en la noche, reflexiona sobre Jesús entro su vida esa día. ¿Cómo reveló a Jesús su presencia en las personas y los eventos de mi día? Sí no tiene un hábito de oración, entonces comience con cinco minutos de oración cada día y utilice esos cinco minutos para reflexionar sobre como Jesús entró su vida en el día anterior (si está orando en la mañana) o como Jesús entro su vida en esa día (si está orando en la noche). Como crece en su fidelidad a esta oración, debe descubrir que quiere pasar más tiempo en oración. Permite que su oración crezca en tiempo como el Espíritu le dirige. El Adviento es una temporada en el cual tratamos de crecer en nuestra capacidad de reconocer a Jesucristo como él nos viene en oración, en las escrituras, en los sacramentos, y en las personas y los eventos ordinarios de nuestras vidas.
Sea la presencia de Cristo para otras personas. Cristo trata de entrar nuestro mundo diariamente y desea hacer esto sobre todo en y a través de sus discípulos. ¿Cómo puede ser la encarnación de Jesucristo para alguien este día y cada día del Adviento? Llame una persona que viva solo/sola o está enfermo. Traiga una comida a una persona mayor que vive solo/sola. Ofrezca su ayuda a un programa que sirve los necesitados u ofrece mentores para los jóvenes. Haga una contribución a Catholic Relief Services o Catholic Near East Welfare Association para ayudarlos en su trabajo con los refugios de los conflictos en el Oriente Medio. Ore por alguien que se enfrenta a problemas significativos en su vida. Cada día, podemos ser la encarnación de Cristo en el mundo en el cual vivimos.
Si pasa la próxima cuarto semanas en el esfuerzo de ser fiel a estas dos prácticas simples, entonces cuando la Navidad llega, experimentará el gran don de la presencia de Cristo con y en usted.
Padre Marcos Hallinan, S.J.