March 20, 2015
Esta es la última semana de la Cuaresma. ¿Ha hecho la temporada de Cuaresma una diferencia en su vida? Si no, todavía hay tiempo para abrazar la llamada a conversión que es el corazón del mensaje de Cuaresma.
Para todos nosotros, la vida es muy ocupada. Hay muchas distracciones. Pensamos que es un triunfo personal cuando asistimos a la Misa dominical a pesa de todas las cosas que tenemos que hacer. ¡Y asistiendo a la Misa dominical es bueno! Pero para tener una fe que es real y verdadera, que tiene un impacto en nuestras vidas y en nuestro mundo, tenemos que haber más que la Misa dominical. Tenemos que haber el esfuerzo real de vivir nuestra fe en los eventos ordinarios de nuestras vidas cotidianas. Al final de cada Misa, recibimos el encargo a ser discípulos de Jesucristo en nuestro mundo.
¿Vivimos en una manera que proclama a nuestro mundo que somos discípulos de Jesucristo? Como cónyuges, ¿hay respeto mutuo en su relación? ¿Son fieles el uno al otro en su pensamiento y su acción? Como padres, ¿les da la atención que sus hijos necesitan, el amor que desean, y la disciplina que requieren? Para todos nosotros, ¿Perdonamos a los que nos ofenden? ¿Ofrecemos a otras personas la misma misericordia que queremos que Dios nos ofrezca? ¿Tratamos a todas personas con compasión y respeto, especialmente las personas para quienes es difícil para nosotros sentir compasión y tratar con respeto?
En esta última semana de Cuaresma, no debería castigarse si no ha utilizado esta temporada en una manera que ha profundizado su fe y ha fortalecido su discipulado en Cristo. ¡Esta es una pérdida de tiempo! En cambio, ahora es el tiempo cuando debería abrir su corazón a la gracia maravillosa de conversión – un cambio de corazón para que pueda ser el discípulo que es llamado a ser. Ahora es el tiempo que debería buscar una relación más profunda con Jesucristo en oración y en los sacramentos para ser el discípulo que desea ser. Todavía hay tiempo para abrazar los cambios en su vida que son necesarios para crecer en su identidad como un discípulo de Jesucristo. ¡Si acepta la llamada a conversión ahora mismo, esta semana, entonces la próxima semana será una verdadera Semana Santa para usted!
P. Marcos Hallinan, S.J