June 24, 2018
“Te voy a Poner por Luz de las Naciones” (Isaías 49:6) Hoy la Iglesia celebra con júbilo la Solemnidad del Nacimiento de San Juan Bautista. En la figura de Juan se puede mirar la historia paralela de Jesús. En cierta manera celebrar el nacimiento de Juan es prepararnos a la celebración del nacimiento de Jesús seis meses después. Al igual que Jesús, la historia de Juan se remonta antes de su nacimiento. En efecto, Juan fue escogido antes de nacer para ser aquel que prepare el camino del Hijo de Dios. Hoy que celebramos el nacimiento de Juan recordemos nuestro propio bautismo y los inicios de nuestra fe cristiana. Juan mientras estaba en el vientre de su madre fue llamado a preparar al pueblo para la venida del Señor. En la primera lectura del profeta Isaías encontramos su vocación aún antes de nacer. Aunque no hayamos sido llamados por Dios de manera tan dramática, por la virtud de nuestro bautismo, cada uno estamos llamados a compartir la misión salvífica de Cristo. Hoy es un buen día para reflexionar sobre la llamada de Dios en nuestras vidas. Hoy es el día de hacernos conscientes de que somos imagen del Dios Encarnado y que en nuestras vidas testificamos la bondad de Dios. Podemos ver que tanto el profeta Isaías como San Pablo dedicaron gran parte de sus vidas a la predicación de las grandezas de Dios. Isaías profetizó sobre aquel enviado de Dios que vendría a salvar al pueblo elegido. Pablo por su parte predicó su mensaje al pueblo gentil. Curiosamente, a pesar de que predicaron 700 años aparte, los dos coinciden en el mensaje de salvación. Para Isaías el Señor “quiere que su salvación alcance hasta los confines de la tierra.” Pablo dice “se nos ha dado la palabra de salvación.” En nuestra fe cristiana proclamamos la salvación que nos da Jesús, el Mesías de Dios. Isaías y Pablo al igual que San Juan Bautista proclamaron este mensaje a todas las gentes. Nuestro reto es proclamar con acciones el mismo mensaje de salvación y misericordia que solo proviene de Dios. Al celebrar el nacimiento de Juan el Bautista, celebramos su vocación y testimonio que empezaron aún antes de nacer. San Lucas nos dice que Juan estaba lleno del Espíritu Santo en el vientre de su madre. Nosotros no deberíamos de olvidar que somos templo del Espíritu Santo desde el momento en que fuimos bautizados. El Papa Francisco quiere que avivemos nuestra memoria y recemos por la parroquia donde fuimos bautizados y por el sacerdote que nos bautizó. También quiere el Papa que nuestra vocación cristiana “se desarrolle a lo largo de la vida pues implica una respuesta personal y no prestada.” Padre Hernán, S.J. Que al celebrar a San Juan Bautista imitemos su vida y entrega a Dios durante toda nuestra vida: Que podamos purificarnos como Él se purificó en el desierto; que podamos movernos llevando un mensaje de arrepentimiento, perdón y misericordia a todos los que nos rodean y que al igual que Juan seamos honestos y generosos para así preparar el camino del Señor aquí y ahora