March 10, 2016
¿Somos la Luz de Cristo en Nuestro Mundo?
“En otro tiempo ustedes fueron tinieblas, pero ahora, unidos al Señor, son luz. Vivan, por lo tanto, como hijos de la luz.” Esta admonición de San Pablo es un desafío bendecido para nosotros en la Cuaresma.
En otro tiempo ustedes fueron tinieblas, pero ahora, unidos al Señor son luz. Somos luz en el Señor debido a nuestro bautismo en Jesucristo. Su vida fluye en nosotros y su vida debe brillar desde dentro de nosotros para iluminar nuestro mundo. Este es un desafío para nosotros en la Cuaresma. Examinamos nuestras vidas en la Cuaresma para ver donde hemos oscurecido la luz de Cristo dentro de nosotros debido a nuestro pecaminosidad – nuestra elección de no vivir todos los aspectos de nuestras vidas en conformidad a lo que Jesús espera de nosotros como sus hermanos y hermanas, hijos del único Dios. Cuando aceptamos la gracia de Jesucristo en nuestros corazones, para liberarnos de nuestros pecados, para disminuir el control que el pecado tiene en nuestras vidas, entonces la luz de Cristo brilla más intensamente dentro de nosotros. Como resultado, esta luz es evidente a otras personas a través del testigo de nuestras vidas.
Ahora mismo, nuestro país necesita el testigo de cristianos sinceros, reflexivos y comprometidos que quiere dar testigo autentico a la luz de Cristo para dispersar la oscuridad de temor, prejuicio e ignorancia que han dominado nuestra campaña presidencial corriente. Nuestra campaña presidencial corriente es una vergüenza para nosotros como una nación. Nuestro país enfrenta problemas serios que necesitan atención reflexiva – desigualdad de ingresos, salarios estancados, pobreza persistente, acceso universal a la ayuda médica, reforma de nuestro sistema de inmigración, desarrollo económico, nuestra seguridad doméstica e internacional. Tristemente, nuestra campaña presidencial ha sido muy juvenil con palabras groseras y una falta de respuestas inteligentes a los problemas que nuestro país enfrenta. En nuestra enseñanza social Católica, tenemos una riqueza de recursos que puede guiarnos en nuestras respuestas a los asuntos críticos que nuestro país enfrentan hoy. Es nuestra obligación de aprender esa tradición y usar esa tradición para responder a los problemas que nuestro país tiene que resolver.
Use este tiempo de Cuaresma para renovar su fe para que la luz de Cristo brille intensamente dentro de usted para que esta luz pueda dispersar la oscuridad de nuestro mundo.
Padre Marcos Hallinan, S.J.