Lo Que Debería Formar Nuestras Vidas y Darnos Esperanza

Veneren en sus corazones a Cristo, el Señor, dispuestos siempre a dar…las razones de la esperanza de ustedes. ¡Esta es una declaración simple, pero uno que es difícil vivir!
    Veneren en sus corazones a Cristo. Siempre tenemos que recordar que a través de nuestro bautismo en Cristo, Cristo mora en nosotros y nosotros moramos en Cristo. Al principio de cada día, deberíamos recordarnos de esta verdad esencial. Si recordamos esta verdad durante el día, debería cambiar como vivimos nuestro día. Si Cristo mora en nosotros y moramos en Cristo, entonces deberíamos ser la encarnación de Cristo para otras personas. Ellos deben ver en nosotros la amabilidad de Cristo. Ellos deben ver en nosotros la paciencia de Cristo. Ellos deben ver en nosotros la compasión de Cristo. Ellos deben ver en nosotros el perdón de Cristo. Piense en las maneras esta verdad debe formar nuestras vidas diarias. ¿Permite que otro coche entre la carretera? ¿Mantiene su distancia de otro coche cuando el conductor está conduciendo más despacio que le gusta? ¿Está siempre cortes a los empleados de una tienda? ¿Trata a sus compañeros de trabajo con amabilidad y respeto? Si Cristo es el Señor de su corazón, entonces esto debería ser revelado en lo que dice y lo que hace.
    La razón para su esperanza. Incluso en los tiempos más difíciles en nuestras vidas, incluso cuando hay mucha oscuridad en nuestras vidas, tenemos razón para esperanza. Creemos que Jesús triunfó sobre el pecado y la muerte y les dio a todos los que creen en él la esperanza de la vida eterna. Por lo tanto, si vivimos nuestras vidas en fidelidad a Jesucristo, entonces tenemos la esperanza cierta que el sufrimiento cederá a la paz eterna y la oscuridad cederá a luz eterna. Con esta confianza, podemos pasar a través de los tiempos difíciles en nuestras vidas con una medida de paz en nuestros corazones porque tenemos confianza que Jesús está con nosotros y estamos con Jesús. Jesús nos llevará a nuestra parte en la victoria que Jesús nos ganó. Es verdad. ¡Esta es la razón buena para nuestra esperanza!
    En esta temporada de Pascua, ore para la gracia que necesita para honrar la presencia de Cristo dentro de usted por la manera en la que vive su vida, y ore para la gracia para vivir siempre en la esperanza que es nuestra.

                                                                                                               Padre Marcos Hallinan, S.J