April 1, 2016
¡La Misericordia Maravillosa de Nuestro Dios!
Hoy es el Domingo de la Misericordia Divina que ocurre dentro del Año de Misericordia que Papa Francisco declaró. También es la temporada de Pascua en la cual celebramos la misericordia de Dios que se manifiesta en la acción salvadora de Jesucristo.
La misericordia de Dios puede hacer florecer hasta la tierra más árida, puede hacer revivir incluso a los huesos secos (cf. Ez 37,1-14). Dejémonos renovar por la misericordia de Dios, dejémonos amar por Jesús, dejemos que la fuerza de su amor transforme también nuestras vidas; y hagámonos instrumentos de esta misericordia, cauces a través de los cuales Dios pueda regar la tierra, custodiar toda la creación y hacer florecer la justicia y la paz.
Estas palabras maravillosas de Papa Francisco nos recuerden de la profundidad y el poder de la misericordia de Dios. Para experimentar plenamente el poder de la misericordia de Dios, tenemos que reconocer nuestra necesidad de esa misericordia. Somos pecadores. Ninguno de nosotros vive en fidelidad perfecta a lo que Dios espera de nosotros en nuestra relación con Dios y en nuestra relación con otras personas. Cuando reconocemos nuestra pecaminosidad, reconocemos que no estamos viviendo nuestras vidas en una manera que nos conduce en la riqueza de vida que es el único deseo de Dios para nosotros, entonces nuestros corazones buscarán la misericordia que Dios nos ofrece libremente y abundantemente. ¡No hay ningún pecado, no hay ninguna acción humana, que es mayor que la misericordia de Dios! En esta temporada de Pascua, ore por la gracia que sienta la misericordia de Dios en la profundidad de tu corazón. ¡Permita que Dios toque su corazón con la misericordia de Dios y será transformado!
Sabemos que la misericordia de Dios está transformando nuestras vidas cuando nos hacemos agentes de la misericordia de Dios, instrumentos a través de la cual Dios puede regar nuestra tierra, es decir, personas que son instrumentos de la vida y la esperanza, instrumentos de la paz y la justicia, en nuestro mundo. Si la misericordia de Dios verdaderamente ha tocado su corazón, entonces debe ser capaz de perdonar las personas que le han ofendido. Si la misericordia de Dios ha tocado su corazón, entonces debe ser un instrumento de reconciliación dentro su familia, si hay tensión en su familiar ahora. Si ha sido tocado por la misericordia de Dios, entonces debe ser una persona que muestra la misma misericordia a los necesitados. Si ha sido tocado por la misericordia de Dios, entonces debe ofrecer la misma misericordia a los inmigrantes y refugios.
¡La misericordia de Dios es un don increíble y un don que tenemos que compartir con todos!
Padre Marcos Hallinan, S.J.