July 29, 2016
¡Elija por Cristo!
Elija la vida en Cristo. Rechace lo que disminuirá esa vida dentro de usted. Esta es el mensaje sencillo de San Pablo en su carta a los colosenses. Es un mensaje sencillo pero difícil vivir.
“Puesto que ustedes han resucitado con Cristo, busquen los bienes de arriba, donde está Cristo…” Todos nosotros fuimos resucitados con Cristo en nuestro bautismo. A través de las aguas del bautismo, morimos a pecado y resucitamos a nueva vida en Cristo. Esta verdad es tan maravillosa que es difícil para nosotros comprender. Ahora mismo, la vida de nuestro Señor Resucitado, la vida de Dios, está presente dentro de nosotros. ¡Increíble! Cultivamos esa vida dentro de nosotros a través de una vida activa de oración, a través de reflexión sobre las escrituras, a través de nuestra participación activa en los sacramentos. También, cultivamos esa vida dentro de nosotros a través de nuestros esfuerzos intencionales de ser fiel a la vida y la enseñanza de Jesucristo, es decir, cuando encarnamos en nuestras vidas su compasión, su misericordia, su generosidad, su fidelidad al Padre, y su abrazo de todas las personas sin juicio.
San Pablo ofrece una lista muy directa de maneras que podemos disminuir la vida de Cristo dentro de nosotros: la fornicación, la impureza, las pasiones desordenadas, los malos deseos y la avaricia. ¡Todos los ingredientes de una buena telenovela! Con esta lista, San Pablo nos recuerda que los deseos de nuestros cuerpos y nuestras mentes son deseos poderosos y es fácil para nosotros hacerse esclavizado a la satisfacción de estos deseos – para dinero, para sexo, para bienes materiales, para poder, para la aprobación de otras personas. Si estamos cultivando la vida de Cristo dentro de nosotros, entonces tendremos la gracia y la fuerza que necesitamos para controlar nuestros deseos en una manera saludable. Sería maravilloso si pudiéramos elegir por Cristo y a partir de ese momento adelante no tenemos que luchar con los deseos de la mente y el cuerpo que pueden comprometer nuestra opción por Cristo. Pero, la vida no es tan fácil. Cada día tenemos que renovar nuestra opción por Cristo para que a través de su gracia el poder de nuestros deseos disminuya para que crezcamos en nuestra intimidad con él y fidelidad a él.
¡Elija por Cristo! No es fácil pero el premio es fantástico – ahora y para siempre.
Padre Marcos Hallinan, S.J.