October 16, 2016
El Don Precioso que es Nuestro
En este mes cuando nuestra iglesia católica nos invita a reflexionar sobre el don precioso que es la vida humana, cada uno de nosotros debe reflexionar sobre cómo honramos, respetamos y protegemos la dignidad de toda vida humana.
Cada vida humana es sagrada porque nuestras vidas son un don de Dios a nosotros y cada persona es creada en la imagen y la semejanza de nuestro Dios. Para tener un respeto genuino para la dignidad de toda vida humana, tenemos que comenzar con un respeto para la dignidad de nuestras propias vidas. Tan difícil como nuestras vidas pueden ser a veces, nuestras vidas todavía permanecen preciosas y sagradas. A pesar de las dificultades que son suyas, ¡no olvide qué su vida es preciosa! Para los jóvenes que luchan para entender el significado de sus vidas, ¡no permita que sus contemporáneos le conducen al compartimiento inapropiado que incluye drogas, alcohol o sexo! Entiende que Dios le ama como es y Dios desea sólo lo que es mejor para usted. No permita que sus contemporáneos determinan la trayectoria de su vida, sino que elija el camino que conducirá a la realización autentica. Para adultos que enfrentan problemas enormes debido a los problemas financiares, problemas con su estatus de inmigración, problemas en su matrimonio, reconozca que no lleva sus cargas sólo. Jesucristo quiere ser la fuerza que necesita para llevar las cargas que son suyas. Cada uno de nuestras vidas es un don precioso de Dios y siempre debemos dar gracias a Dios por el don que nuestras vidas verdaderamente son.
Cuando verdaderamente apreciamos la belleza y el esplendor de nuestras vidas, entonces debemos reconocer la belleza y el esplendor de las vidas de nuestros hermanos y hermanas en Dios. Debemos querer honrar, respetar y proteger su dignidad. ¿Afirman nuestras acciones la dignidad de toda vida humana? ¿Abogamos por el fin del aborto sin límites? ¿Abogamos por el fin de la pena de muerte? ¿Abogamos por las políticas de inmigración justas? ¿Abogamos por las políticas y los programas que ayuden a las personas de bajo ingresos a vivir en dignidad? ¿Rechazamos todas las formas de prejuicio y discriminación? ¿Cómo manifestamos a nuestro mundo nuestro respeto para la dignidad de toda vida humana?
¡Que cada uno de nosotros aprecie el don sagrado de vida humana – nuestra propia y la de otras personas!
Padre Marcos Hallinan, S.J.